De vuelta al Orígen

Mucho pensar fríe el cerebro... Dicen que el orígen de la locura del Hidalgo Quijote de la Mancha fue mucho leer... Pues creo que estoy pasando por un proceso similar.

Entrar a estudiar Derecho ha sido toda una experiencia para mi persona... Conocer tanta gente tan diversa y estar expuesto a tantas opiniones, además de ser un factor importante para mi formación está haciendo lo que la lectura hizo con el legendario caballero andante.

Primer síntoma: Considerar la apropiación de medios de producción por parte del Estado como algo razonable. Algo totalmente opuesto a la línea socialdemócrata que yo estaba llevando hasta algún tiempo. Nada más nocivo para una opinión central que rodearse de extremos que de a poco te hacen dudar de tu opinión.

Segundo síntoma: Considerar a la Concertación de partidos Por la Democracia como continuadora de la obra de Salvador Allende. Caminé hacia los porcinos (me fui al chancho) con esto. ¿En qué estaba pensando? Claro, advertido de la polarización de mis ideales (ver punto 1) intento centrarme y me aferro a una de las coaliciones de centro derecha del país. ¿Qué me diría el buen Victor, don Pablo o Salvador? Probablemente que no debo confundir la "vía democratica al Socialismo" con la "via capitalista de silenciar a los trabajadores". Estoy donde estoy por descontento, por consciencia, y espero no volver a caer en barbaridades como la que dije en esa situación puntual...

Tercer síntoma: Tal vez, el más grave

... Apoyar la candidatura de Marco Enriquez-Ominami. Hijo de Miguel Enriquez, SI, ex-militante del mismo partido que Salvador Allende, SI, es una cara nueva, SI, parece ser más prometedor que el resto de los candidatos, SI.

Y yo, en mi buen momento de c

erebro frito, algo sancochado tal vez, me basé en eso para decir ESTE SI QUE ES

MI CANDIDATO.

En ese momento, apoyé al neoliberalismo, a la privatización de CODELCO, al comienzo de la desmantelación del Estado de Bienestar, a la demagogia, a la separación de la

izquierda. Pero, eso no es todo, también negué la obra de Allende, al Socialismo, a la honestidad, la lucha de clases y todo aquelo que mi formación política había creado en mí hasta hoy.

Resulta terrible que publique sólo en época de elecciones, pero es cuando mi consciencia más se aclara... puede que mañana cambie mi

pensamiento y vuelva a mi chicharrón de sesos... Pero al menos aquí dejo una constancia de que aún queda algo de conciencia en mi mente, algo de respeto por la Revolución Por la vía Democrática, Paulatina, mejor para todos en la que he creído hace varios años.

Me quedé sin candidato, sin coalición, y sin ideas, técnicamente, también sin apoyo... Pero no importa, mientras el espíritu del Socialismo exista... mientras exista la intención de crear un país mejor donde la explotación, discriminación y otros vicios sociales del capitalismo sean eliminados de una vez por todas para dar paso a la nueva sociedad en la que el buen Victor Jara creía, seguiré firme en mi postura, con altos y bajos, con todos los desdenes y todas las críticas que merezca.

Por una Sociedad Mejor. He dicho.